sábado, 28 de marzo de 2009

El Ser Humano, tan sólo un Bien de Uso y Cambio producto de ésta Sociedad!

"En nuestra sociedad el EXITO es sinónimo de DINERO. ¡QUE TERRORIFICO!...cuando el EXITO ES EL AMOR QUE DAS Y RECIBIS JUNTO A LO QUE CONSTRUIS CON LOS DEMAS! ¿el dinero? tan solo una herramienta más...no creas todo el circo que te vende tu "suciedad...perdón: tu sociedad!"
(Darío C. Carzino, 28/03/2009)


POR QUÉ TODAVÍA NO ME COMPRÉ UN DVD


Lo que me pasa es que no consigo andar por el mundo tirando cosas y cambiándolas por el modelo siguiente sólo porque a alguien se le ocurre agregarle una función o achicarlo un poco.

No hace tanto con mi mujer lavábamos los pañales de los críos. Los colgábamos en la cuerda junto a otra ropita; los planchábamos, los doblábamos y los preparábamos para que los volvieran a ensuciar. Y ellos, nuestros nenes, apenas crecieron y tuvieron sus propios hijos se encargaron de tirar todo por la borda (incluyendo los pañales). ¡Se entregaron inescrupulosamente a los desechables!

Si, ya lo sé. A nuestra generación siempre le costó tirar. ¡Ni los desechos nos resultaron muy desechables! Y así anduvimos por las calles guardando los mocos en el bolsillo y las grasas en los repasadores. . Y nuestras hermanas y novias se las arreglaban como podían con algodones para enfrentar mes a mes su fertilidad.

¡Nooo! Yo no digo que eso era mejor. Lo que digo es que en algún momento me distraje, me caí del mundo y ahora no sé por dónde se entra. Lo más probable es que lo de ahora esté bien, eso no lo discuto..

Lo que pasa es que no consigo cambiar el equipo de música una vez por año, el celular cada tres meses o el monitor de la computadora todas las navidades.

¡Guardo los vasos desechables! ¡Lavo los guantes de látex que eran para usar una sola vez! ¡Apilo como un viejo ridículo las bandejitas de espuma plástica de los pollos! ¡Los cubiertos de plástico conviven con los de acero inoxidable en el cajón de los cubiertos!

Es que vengo de un tiempo en el que las cosas se compraban para toda la vida. ¡Es más! ¡Se compraban para la vida de los que venían después! La gente heredaba relojes de pared, juegos de copas, fiambreras de tejido y hasta palanganas y escupideras de loza. Y resulta que en nuestro no tan largo matrimonio, hemos tenido más cocinas que las que había en todo el barrio en mi infancia y hemos cambiado de heladera tres veces.
¡Nos están fastidiando! ¡¡Yo los descubrí. Lo hacen adrede!! Todo se rompe, se gasta, se oxida, se quiebra o se consume al poco tiempo para que tengamos que cambiarlo. Nada se repara. Lo obsoleto es de fábrica.

¿Dónde están los zapateros arreglando las medias suelas de las Nike? ¿Alguien ha visto a algún colchonero escardando sommiers casa por casa?

¿Quién arregla los cuchillos eléctricos? ¿El afilador o el electricista? ¿Habrá teflón para los hojalateros o asientos de aviones para los talabarteros?

Todo se tira, todo se desecha y mientras tanto producimos más y más basura. El otro día leí que se produjo más basura en los últimos 40 años que en toda la historia de la humanidad. El que tenga menos de 40 años no va a creer esto: ¡¡Cuando yo era niño por mi casa no pasaba el basurero!! ¡¡Lo juro!! ¡Y tengo menos de N años! Todos los desechos eran orgánicos e iban a parar al gallinero, a los patos o a los conejos (y no estoy hablando del siglo XVII). No existía el plástico ni el nylon.

La goma sólo la veíamos en las ruedas de los autos y las que no estaban rodando las quemábamos en San Juan. Los pocos desechos que no se comían los animales, servían de abono o se quemaban.

De por ahí vengo yo. Y no es que haya sido mejor. Es que no es fácil para un pobre tipo al que educaron en el 'guarde y guarde que alguna vez puede servir para algo' pasarse al 'compre y tire que ya se viene el modelo nuevo'.
Mi cabeza no resiste tanto. Ahora mis parientes y los hijos de mis amigos no sólo cambian de celular una vez por semana, sino que además cambian el número, la dirección electrónica y hasta la dirección real. Y a mí me prepararon para vivir con el mismo número, la misma mujer, la misma casa y el mismo nombre (y vaya si era un nombre como para cambiarlo)
Me educaron para guardar todo. ¡¡¡Toooodo!!! Lo que servía y lo que no. Porque algún día las cosas podían volver a servir. Le dábamos crédito a todo.

Si, ya lo sé, tuvimos un gran problema: nunca nos explicaron qué cosas nos podían servir y qué cosas no. Y en el afán de guardar (porque éramos de hacer caso) guardamos hasta el ombligo de nuestro primer hijo, el diente del segundo, las carpetas del jardín de infantes y no sé cómo no guardamos la primera caquita.

¿Cómo quieren que entienda a esa gente que se desprende de su celular a los pocos meses de comprarlo?

En casa teníamos un mueble con cuatro cajones. El primer cajón era para los manteles y los repasadores, el segundo para los cubiertos y el tercero y el cuarto para todo lo que no fuera mantel ni cubierto.

Y guardábamos. ¡¡Como guardábamos!! ¡¡Tooooodo lo guardábamos!!

¡Guardábamos las chapitas de los refrescos! ¡¿Cómo para qué?! Hacíamos limpia-calzados para poner delante de la puerta para quitarnos el barro. Dobladas y enganchadas a una piola se convertían en cortinas para los bares. Al terminar las clases le sacábamos el corcho, las martillábamos y las clavábamos en una tablita para hacer los instrumentos para la fiesta de fin de año de la escuela. ¡Tooodo guardábamos! Las cosas que usábamos: mantillas de faroles, ruleros, ondulines y agujas de primus. Y las cosas que nunca usaríamos. Botones que perdían a sus camisas y carreteles que se quedaban sin hilo se iban amontonando en el tercer y en el cuarto cajón. Partes de lapiceras que algún día podíamos volver a precisar. Tubitos de plástico sin la tinta, tubitos de tinta sin el plástico, capuchones sin la lapicera, lapiceras sin el capuchón. Encendedores sin gas o encendedores que perdían el resorte. Resortes que perdían a su encendedor. Cuando el mundo se exprimía el cerebro para inventar encendedores que se tiraban al terminar su ciclo, inventábamos la recarga de los encendedores descartables. Y las Gillette -hasta partidas a la mitad- se convertían en sacapuntas por todo el ciclo escolar. Y nuestros cajones guardaban las llavecitas de las latas de sardinas o del corned beef, por las dudas que alguna lata viniera sin su llave. ¡Y las pilas! Las pilas de las primeras Spica pasaban del congelador al techo de la casa. Porque no sabíamos bien si había que darles calor o frío para que vivieran un poco más. No nos resignábamos a que se terminara su vida útil, no podíamos creer que algo viviera menos que un jazmín.

Las cosas no eran desechables. Eran guardables.


¡¡Los diarios!! Servían para todo: para hacer plantillas para las botas de goma, para poner en el piso los días de lluvia y por sobre todas las cosas para envolver ¡Las veces que nos enterábamos de algún resultado leyendo el diario pegado al trozo de carne!

Y guardábamos el papel plateado de los chocolates y de los cigarros para hacer guías de pinitos de navidad y las páginas del almanaque para hacer cuadros y los cuentagotas de los remedios por si algún medicamento no traía el cuentagotas y los fósforos usados porque podíamos prender una hornalla de la Volcán desde la otra que estaba prendida y las cajas de zapatos que se convirtieron en los primeros álbumes de fotos. Y las cajas de cigarros Richmond se volvían cinturones y posa-mates y los frasquitos de las inyecciones con tapitas de goma se amontonaban vaya a saber con qué intención, y los mazos de naipes se reutilizaban aunque faltara alguna, con la inscripción a mano en una sota de espada que decía 'este es un 4 de bastos'.

Los cajones guardaban pedazos izquierdos de palillos de ropa (broches) y el ganchito de metal. Al tiempo albergaban sólo pedazos derechos que esperaban a su otra mitad para convertirse otra vez en un palillo.

Yo sé lo que nos pasaba: nos costaba mucho declarar la muerte de nuestros objetos. Así como hoy las nuevas generaciones deciden 'matarlos' apenas aparentan dejar de servir, aquellos tiempos eran de no declarar muerto a nada. Ni a Walt Disney.
Y cuando nos vendieron helados en copitas cuya tapa se convertía en base y nos dijeron: 'Cómase el helado y después tire la copita', nosotros dijimos que sí, pero, ¡minga que la íbamos a tirar! Las pusimos a vivir en el estante de los vasos y de las copas. Las latas de arvejas y de duraznos se volvieron macetas y hasta teléfonos. Las primeras botellas de plástico se tansformaron en adornos de dudosa belleza. Las hueveras se convirtieron en depósitos de acuarelas, las tapas de bollones en ceniceros, las primeras latas de cerveza en portalápices y los corchos esperaron encontrarse con una botella.
Y me muerdo para no hacer un paralelo entre los valores que se desechan y los que preservábamos.
¡Ah¡ No lo voy a hacer!

Me muero por decir que hoy no sólo los electrodomésticos son desechables; que también el matrimonio y hasta la amistad es descartable.
Pero no cometeré la imprudencia de comparar objetos con personas.

Me muerdo para no hablar de la identidad que se va perdiendo, de la memoria colectiva que se va tirando, del pasado efímero. No lo voy a hacer.

No voy a mezclar los temas, no voy a decir que a lo perenne lo han vuelto caduco y a lo caduco lo hicieron perenne.

No voy a decir que a los ancianos se les declara la muerte apenas empiezan a fallar en sus funciones, que los cónyuges se cambian por modelos más nuevos, que a las personas que les falta alguna función se les discrimina o que valoran más a los lindos, con brillo y glamour.
Esto sólo es una crónica que habla de pañales y de celulares.

De lo contrario, si mezcláramos las cosas, tendría que plantearme seriamente entregar a la bruja como parte de pago de una señora con menos kilómetros y alguna función nueva. Pero yo soy lento para transitar este mundo de la reposición y corro el riesgo de que la bruja me gane de mano y sea yo el entregado.


Texto de Marciano Durán (http://marcianoduran.com.uy)

...
recién me estaba acordando cuando yo reciclaba las medias viejas de mi papá y las llenaba de papel de diario y haciamos pelotas para jugar al futbol porque no teniamos guita para la de goma marca "Pulpo" (la de cuero ni hablar¡era muy cara!), o no te acordas como reciclabamos cassettes regrabándolos 1000 veces, por eso uno se estiraba un poco para comprar los "TDK" (eran los de mejor calidad), y mi abuela muchas veces tenía el arte genial de dar vuelta el cuello de las camisas porque estaban muy gastados...jajajaj...una artista del reciclado doña Carmen...¡genia total!...y ¡el reciclado de discos de vinilo!, ¿te acordas?....como salían muy caros iba a cambiarlo a un lugar de usados que había en Lomas y que lo atendía un viejo que jugaba al solitario y estaba siempre del mal humor, nos repetía el reto diciendo "che pibe, dejalos ordenados por favor ...porque toy podrido que me los desordenen todos..."
Ahora contame ¿y vos que reciclabas?


Aparentemente existen dudas acerca de la veracidad de la autoría de Eduardo Galeano con respecto al presente texto. Igualmente entiendo comparte cierta ideología y moviliza el pensar.
Y si produce ésto en los demás vale la pena sin duda. (porque seguramente el Maestro siempre lo hubiera querido así, como reza aquí abajo)

Simplemente Amén Querido Maestro!!!

"Hoy día las relaciones humanas se disfrutan como simples productos, duran mientras exista el goce, apenas éste se termina, no se dan una oportunidad, se desechan y se tiran a la basura como una simple pila...amor descartable decía una canción..." (Darío C. Carzino)

ahhh! sister seagull gracias por el texto...movilizador sin duda!

domingo, 15 de marzo de 2009

BEAT ARGENTINO! "Extraños de Pelo Largo" - Mario Antonelli Inteview (Parte I)

Mario Antonelli es un coleccionista, historiador y escritor apasionado de los comienzos del Rock Argentino, es algo así como una rara avis mezcla de arqueólogo y astrónomo que mira el universo por intermedio de su telescopio Hubble para investigar el pasado de las estrellas de la "Música Jóven Argentina" o "La Nueva Ola" y así llegar a descubrir el Big Bang (o Big Band!) Sonoro, es decir el momento de explosión y desarrollo del Beat y del Rock en nuestro país, tarea que la ha demandado más de una década de investigación y enorme trabajo documental, que nos deparará a todos los apasionados de la música un inmenso capital que será su libro próximo a salir a mediados del presente año. Pero vamos a dejar a Mario que nos ilumine y nos llene de paz, amor y conocimientos en la presente y bella charla:

Te encuentras escribiendo un libro sobre el origen y desarrollo de la música beat en la Argentina que se llamará: “Extraños de Pelo Largo” – Historia de la Música Beat Argentina - ¿Cuentanos cuándo y cómo tuvo su origen la presente idea?
A mediados de la década del noventa, participé en el libro "The Magic Land" - A guide to Beat, Psychedelic and Progressive Rock Music between 1966 & 1977-, un libro sobre discos argentinos escrito por Marcelo Camerlo, Marcelo Gasio y Fernando Pau. Me encargué de la parte beat, que por aquel entonces desconocía. Tuve un mes para prepararlo. Encontré varios discos que no tenía idea que existían. El que más me llamó la atención fue el primer disco de Los Walkers, con su tapa parecida al primero de The Doors. No podía creer que nadie había escrito sobre esto antes... Escribí el capítulo en inglés, no hay versión castellana! (Casi un homenaje a "los grupos que cantaban en inglés"). Cuando el libro salió, y el capítulo era elogiado por lo "novedoso", y más aún, cuando la revista inglesa Mojo comienza el comentario del libro haciendo referencia a Los Walkers cantando We are the mods por las calles de San Telmo (una licencia poética del libro) me di cuenta lo lejos que habíamos llegado! Me propuse conseguir los discos de los que hablé en el libro... y luego escribir uno, como una especie de catálogo comentado... con dos o tres reportajes para darle un poco de color. Creo que por ese entonces, tenía catalogados unos 50 discos... Así comenzó la escritura de “Extraños de Pelo Largo, historia de la música beat Argentina”. Con el tiempo, el concepto varió, y empecé a buscar tanto discos como protagonistas. Hoy, llevo más de 100 entrevistas, y los discos suman más de dos mil.... y los grupos y solistas de esta especie de diccionario superan los 250... claro, nueve años después... De esta investigación se desprendió el libro "Los Gatos Slavajes 40 años de rock de autor en Argentina", editado en el año 2005.
¿Cómo puedes definir el concepto de "Música Beat"? y ¿Qué la separa a ella del inicio del Rock Argentino?
Cuando aparecieron The Beatles, su estilo se denominó beat, por el golpe de la batería. En el exterior, beat music es Beatles, British Invasion, Garage estadounidense, Rythm and Blues, Psycodelia... Y al término Beat nada lo separa de los inicios del rock local. El problema, es que a la música beat local durante un par de años se la denominó "nuevaolera", y luego el término quedo asociado al estallido de la música popular de fines del 60 principios del 70, una especie de vale todo donde el BEAT obtuvo su mal nombre... Ojalá pueda explicar esto en el libro. Con respecto a los origenes del rock local: un cuento sencillo: primero, el baile. Fines de los cincuentas, "Mr Rock y sus Rolls" encarnan el rock and roll local CANTADO EN INGLÉS. Luego, la invasión mejicana con el rock Teen Top... todo cantado en castellano, algo bien natural... Con la llegada de The Beatles, los sellos dudan en sacar conjuntos locales cantando en inglés... Los Shakers confirman que se pueden vender discos de ese modo, y salen "Los Vips", "Los In", "Los Walkers" etc... Por otro lado, naturalmente, "Los Gatos Salvajes" cantan en castellano... Pero el estallido beat se da con La Balsa. Ahí el género se vuelve popular. Entonces, adiós al inglés (salvo "Conexión Número Cinco" o el "Trío Galleta") hola al castellano. Almendra es beat. Manal era soul. El rock se separa, radicaliza y se oscurece a principios de los setentas, para entrar en un período clásico y de oro, en mi opinión. Pero nació del beat. Los primeros historiadores revisaron la historia mirándola con un solo ojo, la revista Pelo ayudó, y se creo una cultura rock argentina, rock nacional, basada en preceptos bastante rígidos, mirando el pasado con una nueva ética. Lo curioso, es que nadie revisó esto, y todos los que siguieron levantaron la histroria tan conocida como el cruce de los Andes. La primera vez que me encontré con Litto Nebbia le dije: debe haber otra historia, no?. Así empezó nuestra amistad.
¿Qué grupos de música beat de aquella época te impresionaron o aún te impresionan por lo que fueron capaces de hacer musicalmente?
Primero "Los Shakers". Geniales. Otro de los motores por los que empecé a escribir el libro.
Hoy, tengo un libro inédito junto a Daniel Grigera (el mayor coleccionista del grupo), con reportajes a todos los integrantes del cuarteto. Saldrá a más tardar en el 2010. "Los Gatos" tienen una discografía impecable. Sin ellos, todo hubiese sido distinto. Otros que tendran su libro proximamente, con historias inéditas, una nueva visión sobre como sucedieron las cosas.... Ahora, sin tantas sorpresas musicales, pero preferidos son "La Joven Guardia" y "Rabito", la encarnación del power pop a la Wings local.

¿Cuáles fueron las "sorpresas" que te llevaste en la recopilación de documentacion y material histórico ¿Cuáles son "las anécdotas" que podes contarnos?

Conociendo que las empresas destinan su tiempo a cuestiones que terminan en más dinero para sus accionistas (cosa más que lógica), jamás se me ocurrió pedir un dato en una discografica, salvo cuando estuve con Jorge Soler, el ingeniero de grabación de Los Shakers, en el 2007. Y solo pregunté por la fecha de una sesión: "Candombe", y las de la Bossa de Hugo y Osvaldo.

La idea era ir juntando discos. Tras la salida de "The Magic Land "conocí a Hérctor Bernardi, un gran coleccionista, y una persona que anotó los números de catálogo de cuanto simple pasó por sus manos, algo bastante raro. Él me dio un marco. Yo ya tenía una copia de un listado que un exportador de discos me había prestado para "The Magic Land." En nueve años, armé una base de datos por compañía discografica, que me permite , desde fechas de edición confirmadas, inferir otras.

Con respecto a los reportajes: la idea inicial era hacer dos o tres, que figurarían al final del catálogo de discos. Comencé, por azar, con Juan Gamba Gentilini, en julio de 1999. Un amigo lo había escuchado decir en un programa de radio que había participado de Los Guantes Negros. Llamé a la producción, pedí el teléfono y así empezó todo, mi carrera de productor e investigador, ya que nunca había hecho un reportaje. Recuerdo que Gentilini estaba tocando la guitarra en su departamento a todo volumen como Steve Vai, y no escuchaba el timbre... Ahí me enteré que había sido guitarrista de Billy Bond y "Conexión Número Cinco". Al no saber sobre el tema (la era beat), el reportaje fue confuso, pero obtuve muchas puntas por donde seguir. Reconozco que me desanimé.

El segundo, con Enrique Masllorens, fue mucho mejor, poruqe algo de La Joven Guardia había estudiado... Y Enrique era facil de ubicar en el Teatro San Martín. Nuestra amistad siguio en el tiempo. El tercero, fue por la guía de teléfonos, No debía haber muchos Green. Recuerdo, que cuando lo impresioné con datos sobre los In por teléfono, para demostrarle que no iba a ser algo superficial nuestra charla, Richard me dijo: Usted es de la policiía?

Y así llegué a más de cien reportajes. Con un información tremenda, que pacientemente fui cruzando y dándole forma, para lograr precisiones sobre hechos del siglo pasado!

Un caso curioso fue el del baterista de los "Blues Men". Ciro Fogliatta, por email desde españa me pasó los teléfonos del Chango Pueblas de Los Gatos Slavajes (el tipo que más me enseño sobre rock a la mejicana) y Corre López, de "Los Wlakers", "Los Mentales".

Cuando di con Corre fui a su casa en Olivos. Me comentó que en ese momento estaba trabajando en una inmobiliaria. (esto fue en agosto del 2000).

"Los Blues Men" era un chiste interno de quienes hicimos "The Magic Land": un sueco nos felicitó por el libro, pero dijo: lástima que no figuran Los Blues Men! No teníamos idea que habían existido. El exportador de discos nos dijo: si, vendí algunos... eran de Odeón, 1968. Uno de mis intereses era poder descubrir alguna data sobre ese grupo, y escuchar el disco. Compré una versión europea counterfait del LP, y allí decía el nombre de los integrantes.

En marzo de 2001, entrevistando a Roffo y Terreno, de "Trocha Angosta," les nombre a este grupo porque eran de zona norte, y me dijeron: el baterista tiene una inmobiliaria por la zona. Busque el telefono de inmobiliarias de la zona, y lo encontré, en noviembre de 2001. Cuando ingreso a la inmobiliaria, veo que enfrente de su escritorio, se encontraba Corre López, que trabaja con él! En la era de internet 16 meses parace una vida...

Con la popularización de internet, la cuestión se simplificó un poco. Un comentario en Youtube sobre un video de los "Tíos Queridos" me abrió el camino de los comienzos de Rabito, Análisis, el fin de los Abuelos de la Nada... en fin, nunca se sabe.. jamás hay que desetimar pistas...

La última sorpresa fue hace poco. Me faltaba la formación del "Sonido de Hillber" Nadie los recordaba y en ninguna publicación salieron sus nombres, jamás. Eran un cuarteto beat con un cuarteto de cuerdas, y tenían tres simples.

En diciembre de 2008, el baterista de "The Knacks" me comentó que los conoció, que eran de Quilmes, y que los del cuarteto de cuerdas eran familiares,,, pero no recordaba los nombres.... Pegó en el palo.

En el parque Centenario, donde nos juntamos los domingos a la mañana los coleccionistas de discos y buscas en general, unos amigos estaban conversando sobre un programa de radio que había escuchado en la noche anterior. Yo pasaba y escucho Hillber. Freno y les pregunto de que estaban hablando... Me comentaron que un tal Julio Presas tenía un negocio de guitarras en Nueva York, y que había tocado en el sonido de Hillberg. Les dije que era imposible, poruqe Presas estaba en el país, hacía unos meses que lo había entrevistado. (el tema del negocio de guitarras me lo había mencionado Enrique Londaits ("Jarabe de Menta") cuando le pregunté po Hillberg, compañeros de sello Parlophone, el preguntarle por alguna pista de sus integrantes, en el 2001!)... Tenés razón, no era Presas, era uno que tocó con Soulé... Ah! Pensa! Los primos Pensa!! Grité. Corría a internet, puse Pensa, Guitarras, y apareció el negocio. A las 24 horas estaba entrevistando a un integrante del sonido de Hillber en Nueva York! La paciencia de la araña!

En fin, lleva tiempo hacer un libro de estos, un diccionario con más de 250 entradas, más una sección resto del beat, con otros 100 grupos más.

The End

Entrevista realizada por Darío C. Carzino para UniversoLimbo.blogspot.com

¡Qué decirte Mario! Gracias por compartirnos tanto conocimiento y sabiduría!
Esperamos ansiosamente tu libro de Beat Argenino!...
Así mientras nos despedimos, dejamos a nuestro querido Mario continuar pacientemente observando las viejas y nuevas constelaciones del universo sonoro del Beat y del Rock Argentino.