martes, 26 de febrero de 2008

HISTORIA DE AEROPUERTOS - CUENTO PARA VOLAR




TROPIEZOS DE OCTAVIO

Una fresca mañana del mes de Mayo, de cielo azul intenso y sol sereno, Octavio tomó su bolso de mano, salió de la casa de sus padres, previo efusivos saludos, y se encaminó hacia el Aeropuerto Internacional de Ezeiza, presto a su vuelo bautismal hacia “La Bendita Isla” como él solía decirle, o “El Dinamo Sonoro del Mundo” como Osky, su compinche del cole nombraba continuamente. Corría el año 1973 y la ebullición marcada por una juventud idealista comenzaba a atronar los diferentes estamentos de la sociedad argentina.

Octavio...no pensaba, como siempre muy-metido-en-su-mundo, solía vivir su “carpediem”, su presente como nadie. De pequeño consideraba la idea renacentista del disfrute del instante y lo llevaba adelante con sano juicio y experiencia vivencial.
Su destino, por esas casualidades no tan casuales, era la aristocrática y conservadora Londres, “La Meca del Sonido” como decía siempre a sus amigos. Con la revista “Pelo” en su mano izquierda y el bolso en su derecha, sus jeans prelavados y sus “Pampero” blancas, subió al vuelo de la Compañía Aérea Branniff, casi sin darse cuenta.
Pensó en varias cosas, y en nada al mismo tiempo, en sus amigos de Monte Grande, en su “Milrayitas” querido de sábados en la cancha junto a su tío, que de chico le había contagiado la pasión por Los Andes, en la “increíble” Biblia de Vox Dei que hacía poco había salido y le explotaba el cerebro junto a Abbey Road, el último capítulo Beatle.
Londres lo recibió gris plomizo, húmedo y un tanto frío, “como en las series” pensó Octavio, sí, así tal cual, ni más ni menos que eso.
Su destino quiso que fuera el Royal Albert Hall de Londres, un “evening” primaveral de mayo. Su ticket marcaba fila 8 butaca 25, justo al medio, bien al medio del escenario, “ni yo mismo lo hubiera imaginado” pensó para sí.
Al realizar su ingreso al “Señorial Teatro” y como suele ocurrir de vez en cuando, y más cuando uno anda por lugares que desconoce, equivocó el pasillo, y caminó, caminó un buen trecho hasta sentirse un tanto perdido, luego se detuvo para intentar ver como retornar o preguntarse a si mismo donde estaba. En medio de la incertidumbre sintió un chistido, al darse vuelta hacia su derecha se encontró con un joven delgado, de una edad parecida a la suya, de tez bien blanco y ropa bien negra quien jugaba con un zapato en la mano. Sus cabellos largos, lacios, obscuros y sus ojos azules le inspiraron cierto grado de confianza y de “cercanía o familiaridad”.
Octavio, un tanto temeroso le mostró el ticket, el joven lo observó y con una sonrisa paternal le indicó con ademanes que retornara por el pasillo y luego doblara a la izquierda, Octavio agradecido le palmeó la espalda y le dijo suavemente en español “gracias, man”. Después de caminar unos pasos escucho la voz grave del joven que le dijo: -“Hey you!... What’s your name?, rápidamente se escucho la voz de “nuestro héroe” que respondió sonriente: - “Octavio – Argentina – ok!”
Habiendo recuperado el rumbo inicial, después del errático paso anterior, Octavio llegó a su ubicación preferencial, tomó asiento y pensó en el trato amable de ese muchacho “quien podría ser uno de mis amigos del club” exclamó en voz bajita, casi imperceptible para si.
Una hora después, siendo noche sobre Londres, comenzó a flotar en el Teatro una suave pero in creyendo introducción de teclados, las capas sonoras del mellotrón comenzaron a taladrar los oídos de todos los presente: “Watcher of the Skyes” comenzaba a ser ejecutada como una obra clásica......Octavio cerró suavemente sus ojos mientras su piel se erizaba de increíble forma y comenzó a dejarse llevar por la melodía del Guardian de los Cielos....Cuando volvió en sí, abrió sus ojos y quedó perplejo “ese joven amable que podría ser su amigo” se encontraba frente al micrófono lanzando como granadas las primeras estrofas, y no era otro que “su idealizado” Peter Gabriel, líder de la novel agrupación Génesis, quien comenzaba a obtener reconocimiento popular en su nación, luego de ser mantenido a flote por el público itálico y parte de la Europa continental.
Esta escena Octavio no pudo soportarla por mucho tiempo, y a cada instante gritaba al escenario: - “Hey Peter, I’m Octavio!!, “I’m Octavio! – Argentina!”. Su desesperación fue en aumento progresivo a medida que el recital se desarrollaba, saltaba a cada rato de su butaca y hacía movimientos espasmódicos cual fuera una serpiente, sus ojos se cerraban y totalmente húmedos solicitaban el deseo divino, mientras sus gritos reiterados lo inundaban todo.
Así fue que tomó la decisión final, su “última voluntad”: “subirse al escenario y compartir con Peter Gabriel el corte “The Knife”! fuera lo que fuera sin importarle las consecuencias!... era en ese instante o nunca!
Decidido, saltó de su butaca y se dirigió con paso seguro y aplomo hacia el escenario, ya a pocos metros del mismo, sabiendo que ya nadie podría detenerlo, emprendió una furibunda y veloz corrida hacia el “destino final”. Fue ahí, a sólo un paso del objetivo, en pleno salto al escenario, que tropezó fuertemente sin saber con que, fue en ese preciso instante que cayó aparatosamente sobre la mesa de luz de su dormitorio, su respiración agitada empaño el cristal del viejo despertador que marcaba las 6:30 horas del nuevo día, madrugada fría del bendito mayo aún nocturno, cuya irresistible campanilla indicaba a Octavio que el despacho de pan de Avda. Santamarina y Lavalle lo estaba esperando!... si no es que deseaba llegar tarde a su trabajo.
Una sonrisa agridulce se dibujo en su rostro, entre sorprendido e inocente. Pero hay quienes manifestaron, que nuestro querido amigo, durante el transcurso de esa semana vivió distinto esa rutinaria vida que llevaba....digamos vivió mejor...fue, apenas por un rato, feliz.


Posdata: El Long Play “Génesis Live” salió a la venta en la Argentina durante el transcurso del año 1975, cuando Peter Gabriel se estaba retirando del grupo para seguir su camino en solitario. Hay coleccionistas que aseguran que en esa primera edición de vinilos, al dorso de la portada de la ilustración donde se puede ver a la banda en vivo, figuraba entre los agradecimientos el siguiente texto: “For Octavio, our argentinian friend”. Dicen los que saben que jamás se pudo deducir quien era. Sorpresiva y llamativamente nunca más apareció éste texto en las posteriores ediciones, perdiéndose la presente cita en los contubernios del tiempo. Tampoco se supo más nada de Octavio... seguramente los ’70 han dado cuenta de su vida. En realidad son esas raras cosas que suceden, que juegan en esa línea gris donde se disputan terreno la realidad y la fantasía.

Cuento de Darío C. Carzino

sábado, 9 de febrero de 2008

SOMOS ESTATUAS DE SAL: EL AMOR NOS CONSTRUYE...EL AMOR NOS DERRUMBA

"La historia que a continuación leerás refiere a un tiempo que no puedo precisar... como así también sus hechos, cuya veracidad, se acurrucan en algún lugar lejano de mi mente acunándose en las tinieblas de mis sueños..."



Abrió la puerta de su estudio, y rogó que no viniera ningún cliente para ser atendido. Por primera vez, el joven profesional, deseaba estar solo. Afuera, un hermoso y tibio sol de mayo comenzaba a asomarse, infiltrándose tímido sus rayos a través de los vidrios de la sala de espera de una oficina decorosamente vestida.
-¿Cómo no me di cuenta antes...? - ¿Dónde estuve los últimos dos meses de mi vida...?- preguntas lanzadas al vació, una y otra vez, casi en silencio, pero como sentencias inapelables, siniestras que no guardaban relación con "su realidad".
El joven profesional sólo se sentía acompañado por la dulce melodía de los pájaros que tanto abundaban por la ciudad de Burzaco, y por sus frondosos árboles que se mecían al compás de su corazón, cuyo latir era rápido y seco. Sentado en su sillón, tomó alguna hoja de papel romaní dispersas arriba del escritorio que habían quedado algo desordenadas del día anterior, y la ubicó sobre la vieja Remington heredada de su tío, quien había sido como un segundo padre para él. Se refregó sus ojos para despejar algunas lágrimas que involuntariamente se desgarraban bajando por sus mejillas como ríos caudalosos, cerró sus ojos por enésima vez y respiro profundo...¿Cómo se me fue de las manos la situación después de tanto tiempo...?, volvía a preguntarse, ahora sí, siendo las paredes testigos de esas palabras. Miró la hora en el reloj del escritorio que marcaba las 8:30 de esa tibia mañana, dejó de reclinarse en el sillón y adoptó su posición para escribir, como lo hacía siempre con cualquier demanda, con la diferencia que él sentía que aquí le iba su vida. Volvió a respirar muy hondo y a su vez profundo, y comenzó a mezclarse el canto de los pájaros con la percusión de la máquina de escribir junto a la voz de jilguero del trovador Silvio que salía de un viejo grabador Sansei como la banda de sonido ideal de aquella triste mañana de otoño. El espejo que se encontraba casi de perfil al escritorio, fue su principal cómplice, en su reflejo podía leerse, con algo de dificultad, al joven profesional escribiendo algo cuyo encabezado podía leerse como "Partitura en Gama de Gris", mientras rogaba, por enésima vez que nadie fuera a su estudio...mientras sus lágrimas gambeteaban el pasado...


PARTITURA EN GAMA DE GRIS

Quizás Hoy te vas de mis manos...
Golpea el pecho fuerte, cual extraño y leve temblor,
Sucumben mis recuerdos cíclicos, la portentosa realidad,
Así es....Hoy te vas de mis manos...
El Tenue Llanto, La "Pícara Sonrisa Cómplice",
El Fuerte Abrazo, La Charla Conmovedora,
Siento en ellos el Pretérito,
Fueron "Antes", No ya Ahora.

Quizás Hoy te vas de mis manos..
Aquel Amanecer distinto, implacable, algún día llegó,
Y una Tristeza Somnoliente...
Se Instaló en mi Interior (tal vez para Siempre!),
Me Sedujo Fuertemente, y me ató,
Y el Sol, por vez primera,
No Sonrió en la Ventana de mi Alma.

Y Por Momentos me encontré tan Solo...
Era tu Cuerpo Asilo de otro Interior,
Tan distinto a mi Piel...Era Ello Tan Extraño...

Quizás Hoy te vas de mis manos...
Contemplando en mi Sien...
Un Viejo Film Protagónico,
Y es el Tiempo quien Desvía las Instancias...
Y es la Vida quien me Saluda a la Distancia,
Quien me Suplica Perdón...y a su Vez Exclama:
- "SON LAS REGLAS Del JUEGO HIJO"-

Quizás Hoy te vas de mis manos...
Mientras el Cristal de mis Ojos...
Empañan Nuestros Proyectos Alados.


por Darío C. Carzino


"Los Padres Sensatos Dan a Sus Hijos Fuertes Raíces y Amplias Alas...Y un Mapa...o Una Brújula" anónimo chino





Mi primer carro!...