Nací con él.
Fue fiel testigo de mi crecer, de mis primeros juegos, de mi delantal del Jardín, mis guardapolvos, blancos como los lirios, que duraban apenas minutos con esa tonalidad, de mi blazer azúl, camisa celeste y pantalón gris, de mis alegrías y mis tristezas, sonrisas, carcajadas y lágrimas. Reí y lloré con él. Compartí mis pocas victorias e imnumerables derrotas. Sabe de mis miserias. Le susurré, hablé con él y hasta le grité cargado de fastidio, enfado y broncas varias. El siempre fue el flete de mis palabras, llevándolas donde sólo él sabe. Lo soñé: una, dos...mil veces...a la orilla de un río, en la soledad misma de la vegetación, y logró elevarme, suspenderme en el éter gracias a él....o, desde lo alto de un edificio, donde me hizo deslizar y planear, llevándome de su mano, reproduciendo la increíble sensación de pertenecer al cielo, de la misma manera que una gaviota o una golodrina hacen puente entre el azúl del mar y el paladar celeste de la tierra. Fue testigo de mis amores y des-amores, mis dolores, fortalezas y flaquezas varias, fue mi fiel compañero y lo seguirá siendo porque es Eterno. Se encuentra aquí, allá y en todas partes como dirían los “Fab Four”. Es el más Grande Artista en el Planeta: Escultor Demoledor, de sus aguas han bebido Rodin y Miguel Angel: las Altas Cumbres, El Valle de la Luna, el Gran Cañon pueden dar cuenta de ello; Fabuloso Pintor sin témperas ni oleos, Shockeante...Colosal, sus obras son dinamismo y energía pura, la envidia de Leonardo... la ira de Dali...la blasfemia de Pablo.. Sí! ahí están!, a la vista de todos, al alcance de cualquier mortal, mirando los cielos, las estepas, los desiertos y los valles... inmensos lienzos vivos, naturalezas plenas, irrepetibles...insuperables. Miedos, alegrías, odios, deslumbramientos. Sus cambios de humor son constantes, provocadores: Nada ni nadie puede con él, y el sí, él puede con todos: conmigo, contigo, con nosotros, con ellos. Es Atemporal...Unico...Es Dueño y Señor: de las aguas, de los fuegos, de las músicas, de los silencios, de las palabras...Padre, Testigo y Aliado intenso de mis días, de los que fueron y de los que vendrán, aprendí a escucharte: silente en la brisa o enfurecido en las tempestades. Se interpretarte...sueño que conducirás mi voz allá lejos...tan lejos...donde los mapas cartográficos permanecen durmiendo “su siesta a la sombra de todos los hombres...a la sombra de todas las cosas....”.
SOY EL VIENTO...
Vamos... cuenteme anciano
¿Cuál es la morada del viento?
¿Donde habita el soplido? ¿Donde duermen sus fuerzas?
Inviteme viejo anciano, quiero ser parte de ellas,
y sentirme Libre...y sentirme Eterno.
Puro dinamismo encendido,
por momentos coloquial, y en otros intenso,
bramando la ciudad con inocencia peregrina,
soplando suave o enérgico sus rostros,
sus cuerpos, aletargando o energizando sus pasos,
inquietando o susurrando!
barriendo o ensuciando!
acariciando o lastimando!
Ese soy yo, ese es el viento!...
que sopla y resopla, que inventa las olas,
dibujando los cielos,
con nubes de espuma y lanas del tiempo,
Ese soy yo!.. y soy el viento!
cercano a Dios,
flotando con angeles de caramelo,
en cielos aroma a pinos e incienso,
atmósferas siderales, lejanos parajes atemporales
donde la historia no existe
donde el vacío juzga la memoria,
donde soy fiscal de lo verdadero
y lo transporto...y lo llevo
Sábes por qué?
Porque ese soy yo!...
y...yo soy el viento!
Por Darío C. Carzino
(Fragmento del libro “El Segundo Anillo de Poder” de Carlos Castaneda)
- ¿Cuántos vientos hay?
- “Hay cuatro vientos, como hay cuatro direcciones...El primer viento es la brisa, el amanecer, trae esperanza y luminosidad, es el heraldo del día...a veces es dulce y apacible, otras es inoportuno y molesto. Otro viento es el violento, cálido o frío, o ambas cosas...sus ráfagas estan llenas de energía, pero también llenas de ceguera. Se abre camino destrozando puertas y paredes. Un brujo debe ser extremadamente fuerte para detener el viento violento. Luego esta el viento del frío atardecer. Triste y molesto. Un viento que no deja a nadie en paz. Hiela y hace llorar, aunque tiene un profundidad tal que bien vale la pena buscarlo. Y por último esta el viento cálido. Abriga, protege y lo envuelve todo. Su fuerza esta unida a la oscuridad.- Estos son los cuatro vientos, están asociados con las cuatro direcciones: La brisa es el este, el viento frío es el oeste, el cálido es el sur y el viento violento es el norte. Los cuatro vientos poseen personalidad: la brisa es alegre, pulcra y furtiva. El viento frío es variable, melancólico y meditabundo. El viento cálido es feliz, confiado y bullicioso, en cambio el viento violento es enérgico, imperativo e impaciente...” (plática del autor con Doña Soledad).
“.....fuiste viento norte, hoy tan sólo brisa...maravillosa, encantadora brisa....”
Banda Sonora: “Del Cielo y la Tierrra” – Dino Brassea (2007) – México
Narración Espacial: Darío “Captain Kirk” Carzino para U.L.Blogspot