Despedir: Arrojar, lanzar, soltar, desprender. Emplear expresiones de afecto, para separarse de otro.
Despedida: Acción y efecto de despedir
"Ambas palabras son tan lejanas a mi ser desde siempre. Construyo desde, por y para el afecto, por y para siempre. Desconstruir no es mi fuente, es un sendero oscuro que no recorro...profundo y triste".
D.C.
Despedida: Acción y efecto de despedir
"Ambas palabras son tan lejanas a mi ser desde siempre. Construyo desde, por y para el afecto, por y para siempre. Desconstruir no es mi fuente, es un sendero oscuro que no recorro...profundo y triste".
D.C.
Le rogué que no se fuera, que no me dejara, pero como siempre en su vida los impulsos de su corazón, que tantas veces la cegaron, como a todos, hicieron que se fuera despidiéndose para siempre con esa inocente pero hermosa sonrisa bajo lo radiante de sus cabellos.
No revelaré su verdadero nombre pero la conocerán como Magui. La conocí a mis inolvidables trece y sus catorce llenos de experiencia. Ella recién empezaba a fumar, yo recién empezaba..... a empezar. Dicen que los ojos son el lenguaje del alma, pero sin embargo fue su sonrisa la que me atrapó en tan fuerte lazo que nunca podría librarme. ¿Creen en el amor a primera vista? Yo tampoco creía. Sin embargo desde ese momento supe que ella era lo único que necesitaba para ser feliz. Me podrían blasfemar, escupir, dañarme física y moralmente, podría incluso ser el hombre más pobre del mundo, pero con ella a mi lado, el peor de mis días sería de lo mejor en mi actual vida. Estaba enamorado de ella, incluso antes de conocerla, antes que supiese lo que es el amor, antes que supiese que el mayor sufrimiento es causado por éste.
Forjamos una estrecha relación fruto de años de amistad. Ella me contaba todo lo que le pasaba, yo intentaba devolverle ese favor, aunque me fuese realmente imposible hacerlo. Mi mayor sentimiento, mi mayor felicidad, lo que me hacía soñar y llorar todas las noches, también era mi mayor y mas preciado secreto. Como el gran Gabriel dijo alguna vez: "La peor forma de extrañar a alguien es estar sentado a su lado y saber que nunca lo podrás tener." Y cuanta verdad habita en esa frase. Si ella hubiera sabido cuanto me dañaba cuando hablaba de sus desventuras con otros hombres, cuanto dolor sentía al saber que ninguno de ellos la merecía más que yo.
Sin embargo la noche en que cumplía la mayoría de edad y como consecuencia de mi mayor borrachera pude vomitar, utilizando ambos sentidos de la palabra, todos mis sentimientos reprimidos durante todos éstos años, o por lo menos así fue como me contaron. A partir de este hecho nunca pude volver a ser el mismo con ella. Sin embargo para Magui pareció no ser gran sorpresa, o por lo menos sus actitudes así lo demostraban. Ella nunca dejo de saludarme ni hablarme y siempre me regalaba esa hermosa sonrisa que tantas veces había besado en mis sueños.
La vida continuo y de a poco pude volver a acercarme a ella con la única excepción de que ya no había secreto ni sentimientos ocultos, solo el dolor de saber que nunca podría ser mía. Y esos son los peores dolores, no los físicos y que pueden sanar con el tiempo, sino los del alma, los que sí no sanan..... bueno creo que todos sabemos lo que se siente cuando éstos no son sanados. Pasaban los años, pasaban sus hombres, pasaban sus sonrisas, pero nunca pudo pasar el amor que yo sentía. De a poco me fui distanciando. La comencé a ver una vez al mes, un par de veces al año, una vez cada tanto, hasta que las veces desaparecieron.
Y por fin pude olvidarme de Magui, aunque no voy a mentir, no ahora, en muchas oportunidades su recuerdo aparecía en mi mente, su pelo que me recordaba a las mismísimas llamas del infierno, su inexplicable sonrisa. Pero por lo menos podía continuar con mi vida. Tenía una buena situación económica, una casa, un deslucido auto y estaba en pareja. Muy estable a decir verdad y con grandes chances de contraer matrimonio. Era una situación muy parecida a la felicidad, o al menos una mueca de ella.
Dios es misterioso a decir verdad y nunca lo voy a entender. Una mañana realizando mi rutinario recorrido del estacionamiento donde dejaba el auto hasta el trabajo el tiempo se detuvo. Y fue porque un ángel volvió a cruzarse en mi camino sin siquiera poder estar preparado para tal proeza. Magui estaba mas hermosa que nunca, tan hermosa como siempre. Me invitó a cenar aquella noche. Mi falta de aliento solamente me permitió decir un casi inaudible "si". Ojala los nervios se hubiesen apoderado totalmente de mi voz en aquel momento.
Y sin siquiera imaginarlo, la noche más feliz de mi vida me golpeó como si fuera el peor de los boxeadores. Luego de la cena me invitó a pasar a su departamento. Los besos más hermosos del mundo "me fueron" dados aquella noche, de eso estoy seguro. La felicidad máxima se presentó dos veces y Magui y yo éramos los actores principales de esa Obra Divina. Mis lágrimas nunca desaparecieron.
Amanecí completamente desnudo y con una nota a mi lado: "Espero sepas disculpar. Hay café en la heladera. Te quiere. Magui". Yo era un hombre nuevo. La parte que toda mi vida estuvo ausente se había completado esa noche y un malón de sueños y esperanzas arrebataron mi cabeza en su totalidad. No había nada que pudiera entristecerme aquel día, ni los siguientes. O por lo menos eso creía.
En la mesa había una invitación con mi nombre. No voy a escribir literalmente su contenido ya que el sólo recuerdo me enfurece y atormenta tanto que no podría hacerme cargo de mis acciones, incluso hasta el día de hoy. Era una invitación a una boda... Magui contraía matrimonio el próximo trece de Agosto. Y ese sería el día en que mi vida acabaría.
Aquel mes, el anterior al casamiento de Magui, fue espantoso. Rompí cualquier lazo que tenia con mi pareja, no iba al trabajo y no salía de mi casa. Tampoco dormía mucho. Siempre se repetía el mismo sueño: aquella vez en que fui feliz. Tampoco intente contactarme con Magui. Nunca entendí bien por que, no me canso de decir que el corazón tiene razones que la razón nunca va a entender.
Cuando ella entro con su vestido, nuevamente me quede sin aliento. Estaba más hermosa que nunca, tan hermosa como siempre. Su sonrisa!.. Dios si existe una sonrisa así que alguien me avise. Nunca podré olvidar aquella situación, tampoco soy capaz de narrarla. Me enteré dentro del recinto, mientras escuchaba a quienes supuestamente eran las abuelas del novio, que se irían de luna de miel al lugar en que se quedarían a vivir. La desesperación se apoderó de todo mi cuerpo.
Luego de la ceremonia y al salir de la iglesia tuve un momento para hablar con ella. Fue raro, como si estuviera destinado a decirle aquellas últimas palabras. Le rogué que no se fuera, que no me dejara así, pero como siempre en su vida los impulsos de su corazón, que tantas veces la cegaron, como a todos, hicieron que se despidiera para siempre, con esa inocente pero hermosa sonrisa de luna nueva, bajo lo radiante de su largo y siempre maravilloso cabello.
Un mes después volví a usar traje en su honor.
El funeral fue en nuestro antiguo barrio, a unas pocas cuadras donde juntos cursamos la escuela primaria. Al parecer nunca pudieron llegar a su destino, la luz del sol cegó al conductor en un extraño y siniestro amanecer de montaña y el resto lo podrán imaginar.
Nuevamente mis lagrimas corrieron en su honor. Nuevamente me sentí perdido en el mundo, aunque ésta vez sabía que sería por y para siempre.
Como te extraño Magui!!... más que a nada en el Universo. Quiero imaginarte en un lugar mejor, tranquilo y placentero, como mi madre siempre decía cuando alguién nos dejaba. Sin embargo, no hay día que no recuerde tu encantadora sonrisa, de luna y sol de primaveras eternas, que llenaban mi ser de felicidad e imaginación, viéndote en mis jardines mentales más hermosa que nunca... tan increíble como siempre!
Cuento de Tomás Morelli (16 años – Canning)
(Gracias querido Tom por confiar!!!)
Banda Sonora: canción "Del Infierno al Cielo", álbum "F" (2005) del poeta y trovador Alejandro Filio.
Del Infierno al Cielo
Por Alejandro Filio
Del infierno al cielo nos vivimos
Jugando a la belleza y al dolor,
Del infierno al cielo en el delirio
Tejida la verdad, tejida la ilusión,
Del infierno al cielo heridos
Como ángeles caídos de su Dios.
Del infierno al cielo la esperanza
El miedo, la distancia y la pasión,
Del infierno al cielo la balanza
Colgados de un tal vez, pendiendo de un adiós,
Del infierno al cielo andamos
De la mano y sin bendición.
¿Quién dicta cada regla?
¿Quién hablara de un sueño?
¿Quién pide algún perdón?
¿Quién reza en esta espera?
¿Quién busca en cada empeño
Vendernos el amor?
¿Quién no torció el camino
Haciendo del destino algo mejor?
¿Quién abrirá las alas para volver al sol?
Del infierno al cielo todavía
Bebiendo de este vaso otro ciclón,
Del infierno al cielo y sin guarida
Robando libertad, rentando al corazón,
Del infierno al cielo el llanto
Y entre tanto sólo una canción.
Como el personaje de Magui y el narrador ¿quién no ha ido del Cielo al Infierno o del Infierno al Cielo alguna vez en la vida?
¿o acaso la vida tiene una sola cara de la moneda?
¿o cae siempre de canto (de perfil) y sos vos quien debe elegir?
¿o también es "Ese Gran Director de la Matrix", al que responsabilizamos (cuando nos sale mal la elección), quien elige por ti?
Tu tienes la próxima palabra amigo....en los comentarios!
No revelaré su verdadero nombre pero la conocerán como Magui. La conocí a mis inolvidables trece y sus catorce llenos de experiencia. Ella recién empezaba a fumar, yo recién empezaba..... a empezar. Dicen que los ojos son el lenguaje del alma, pero sin embargo fue su sonrisa la que me atrapó en tan fuerte lazo que nunca podría librarme. ¿Creen en el amor a primera vista? Yo tampoco creía. Sin embargo desde ese momento supe que ella era lo único que necesitaba para ser feliz. Me podrían blasfemar, escupir, dañarme física y moralmente, podría incluso ser el hombre más pobre del mundo, pero con ella a mi lado, el peor de mis días sería de lo mejor en mi actual vida. Estaba enamorado de ella, incluso antes de conocerla, antes que supiese lo que es el amor, antes que supiese que el mayor sufrimiento es causado por éste.
Forjamos una estrecha relación fruto de años de amistad. Ella me contaba todo lo que le pasaba, yo intentaba devolverle ese favor, aunque me fuese realmente imposible hacerlo. Mi mayor sentimiento, mi mayor felicidad, lo que me hacía soñar y llorar todas las noches, también era mi mayor y mas preciado secreto. Como el gran Gabriel dijo alguna vez: "La peor forma de extrañar a alguien es estar sentado a su lado y saber que nunca lo podrás tener." Y cuanta verdad habita en esa frase. Si ella hubiera sabido cuanto me dañaba cuando hablaba de sus desventuras con otros hombres, cuanto dolor sentía al saber que ninguno de ellos la merecía más que yo.
Sin embargo la noche en que cumplía la mayoría de edad y como consecuencia de mi mayor borrachera pude vomitar, utilizando ambos sentidos de la palabra, todos mis sentimientos reprimidos durante todos éstos años, o por lo menos así fue como me contaron. A partir de este hecho nunca pude volver a ser el mismo con ella. Sin embargo para Magui pareció no ser gran sorpresa, o por lo menos sus actitudes así lo demostraban. Ella nunca dejo de saludarme ni hablarme y siempre me regalaba esa hermosa sonrisa que tantas veces había besado en mis sueños.
La vida continuo y de a poco pude volver a acercarme a ella con la única excepción de que ya no había secreto ni sentimientos ocultos, solo el dolor de saber que nunca podría ser mía. Y esos son los peores dolores, no los físicos y que pueden sanar con el tiempo, sino los del alma, los que sí no sanan..... bueno creo que todos sabemos lo que se siente cuando éstos no son sanados. Pasaban los años, pasaban sus hombres, pasaban sus sonrisas, pero nunca pudo pasar el amor que yo sentía. De a poco me fui distanciando. La comencé a ver una vez al mes, un par de veces al año, una vez cada tanto, hasta que las veces desaparecieron.
Y por fin pude olvidarme de Magui, aunque no voy a mentir, no ahora, en muchas oportunidades su recuerdo aparecía en mi mente, su pelo que me recordaba a las mismísimas llamas del infierno, su inexplicable sonrisa. Pero por lo menos podía continuar con mi vida. Tenía una buena situación económica, una casa, un deslucido auto y estaba en pareja. Muy estable a decir verdad y con grandes chances de contraer matrimonio. Era una situación muy parecida a la felicidad, o al menos una mueca de ella.
Dios es misterioso a decir verdad y nunca lo voy a entender. Una mañana realizando mi rutinario recorrido del estacionamiento donde dejaba el auto hasta el trabajo el tiempo se detuvo. Y fue porque un ángel volvió a cruzarse en mi camino sin siquiera poder estar preparado para tal proeza. Magui estaba mas hermosa que nunca, tan hermosa como siempre. Me invitó a cenar aquella noche. Mi falta de aliento solamente me permitió decir un casi inaudible "si". Ojala los nervios se hubiesen apoderado totalmente de mi voz en aquel momento.
Y sin siquiera imaginarlo, la noche más feliz de mi vida me golpeó como si fuera el peor de los boxeadores. Luego de la cena me invitó a pasar a su departamento. Los besos más hermosos del mundo "me fueron" dados aquella noche, de eso estoy seguro. La felicidad máxima se presentó dos veces y Magui y yo éramos los actores principales de esa Obra Divina. Mis lágrimas nunca desaparecieron.
Amanecí completamente desnudo y con una nota a mi lado: "Espero sepas disculpar. Hay café en la heladera. Te quiere. Magui". Yo era un hombre nuevo. La parte que toda mi vida estuvo ausente se había completado esa noche y un malón de sueños y esperanzas arrebataron mi cabeza en su totalidad. No había nada que pudiera entristecerme aquel día, ni los siguientes. O por lo menos eso creía.
En la mesa había una invitación con mi nombre. No voy a escribir literalmente su contenido ya que el sólo recuerdo me enfurece y atormenta tanto que no podría hacerme cargo de mis acciones, incluso hasta el día de hoy. Era una invitación a una boda... Magui contraía matrimonio el próximo trece de Agosto. Y ese sería el día en que mi vida acabaría.
Aquel mes, el anterior al casamiento de Magui, fue espantoso. Rompí cualquier lazo que tenia con mi pareja, no iba al trabajo y no salía de mi casa. Tampoco dormía mucho. Siempre se repetía el mismo sueño: aquella vez en que fui feliz. Tampoco intente contactarme con Magui. Nunca entendí bien por que, no me canso de decir que el corazón tiene razones que la razón nunca va a entender.
Cuando ella entro con su vestido, nuevamente me quede sin aliento. Estaba más hermosa que nunca, tan hermosa como siempre. Su sonrisa!.. Dios si existe una sonrisa así que alguien me avise. Nunca podré olvidar aquella situación, tampoco soy capaz de narrarla. Me enteré dentro del recinto, mientras escuchaba a quienes supuestamente eran las abuelas del novio, que se irían de luna de miel al lugar en que se quedarían a vivir. La desesperación se apoderó de todo mi cuerpo.
Luego de la ceremonia y al salir de la iglesia tuve un momento para hablar con ella. Fue raro, como si estuviera destinado a decirle aquellas últimas palabras. Le rogué que no se fuera, que no me dejara así, pero como siempre en su vida los impulsos de su corazón, que tantas veces la cegaron, como a todos, hicieron que se despidiera para siempre, con esa inocente pero hermosa sonrisa de luna nueva, bajo lo radiante de su largo y siempre maravilloso cabello.
Un mes después volví a usar traje en su honor.
El funeral fue en nuestro antiguo barrio, a unas pocas cuadras donde juntos cursamos la escuela primaria. Al parecer nunca pudieron llegar a su destino, la luz del sol cegó al conductor en un extraño y siniestro amanecer de montaña y el resto lo podrán imaginar.
Nuevamente mis lagrimas corrieron en su honor. Nuevamente me sentí perdido en el mundo, aunque ésta vez sabía que sería por y para siempre.
Como te extraño Magui!!... más que a nada en el Universo. Quiero imaginarte en un lugar mejor, tranquilo y placentero, como mi madre siempre decía cuando alguién nos dejaba. Sin embargo, no hay día que no recuerde tu encantadora sonrisa, de luna y sol de primaveras eternas, que llenaban mi ser de felicidad e imaginación, viéndote en mis jardines mentales más hermosa que nunca... tan increíble como siempre!
Cuento de Tomás Morelli (16 años – Canning)
(Gracias querido Tom por confiar!!!)
Banda Sonora: canción "Del Infierno al Cielo", álbum "F" (2005) del poeta y trovador Alejandro Filio.
Del Infierno al Cielo
Por Alejandro Filio
Del infierno al cielo nos vivimos
Jugando a la belleza y al dolor,
Del infierno al cielo en el delirio
Tejida la verdad, tejida la ilusión,
Del infierno al cielo heridos
Como ángeles caídos de su Dios.
Del infierno al cielo la esperanza
El miedo, la distancia y la pasión,
Del infierno al cielo la balanza
Colgados de un tal vez, pendiendo de un adiós,
Del infierno al cielo andamos
De la mano y sin bendición.
¿Quién dicta cada regla?
¿Quién hablara de un sueño?
¿Quién pide algún perdón?
¿Quién reza en esta espera?
¿Quién busca en cada empeño
Vendernos el amor?
¿Quién no torció el camino
Haciendo del destino algo mejor?
¿Quién abrirá las alas para volver al sol?
Del infierno al cielo todavía
Bebiendo de este vaso otro ciclón,
Del infierno al cielo y sin guarida
Robando libertad, rentando al corazón,
Del infierno al cielo el llanto
Y entre tanto sólo una canción.
Como el personaje de Magui y el narrador ¿quién no ha ido del Cielo al Infierno o del Infierno al Cielo alguna vez en la vida?
¿o acaso la vida tiene una sola cara de la moneda?
¿o cae siempre de canto (de perfil) y sos vos quien debe elegir?
¿o también es "Ese Gran Director de la Matrix", al que responsabilizamos (cuando nos sale mal la elección), quien elige por ti?
Tu tienes la próxima palabra amigo....en los comentarios!